No robarás, dice el séptimo mandamiento, desgraciadamente en estos tiempos que corren este mandamiento se ve violado cada vez con más frecuencia, y lo que es peor, el mundo de las Cofradías también está siendo víctima de ello. En los últimos meses han llegado a mis oídos numerosos casos de robos del ajuar y diversos ornamentos de las Imágenes, lo que bajo mi punto de vista solo tiene una definición posible, lamentable, porque independientemente del daño material que pueda causar, seguramente el daño que cause también sea sentimental, ya que como sabrán, son numerosas las donaciones en forma de joyas que nuestras Imágenes poseen, y muchas de ellas significan mucho para aquellos que un día se la regalaron...
Es por ello que todos aquellos que tienen la osadía de cometer un robo contra una Imagen sagrada, deberían de reflexionar sobre lo que hacen, y pensar que si realmente están robando un objeto que vale dinero, o un objeto que tiene un valor mucho más valioso que el económico, es decir, el valor sentimental, que no puede pagarse con dinero y que sin duda alguna es lo que más duele, porque debe de ser muy triste que a la Imagen de tu devoción, a la que tanto se quiere y tanto se le debe, alguien que a la vez no es nadie le arrebate ese objeto que es símbolo de amor y de agradecimiento, y que le fue regalado con todo el cariño del mundo...
En fin, como dijo Jesús cuando agonizaba en la Cruz "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Que el incienso te acompañe...
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